Una de las claves es encontrar un terreno lo suficientemente llano, al igual que en las construcciones convencionales esto nos facilitará la obra y por lo tanto su coste final. Los contenedores marinos son muy ligeros así que la cimentación será mínima.
Aquí podéis ver la llegada de los contenedores a la obra, necesitaremos una grúa para poderlos colocar ahí donde queramos, en una mañana los podemos ubicar sin dificultad.
Una buena planificación del interior nos ahorrará costes finales, sobretodo si este es lo más simple posible. Aprovechar las paredes naturales del contenedor para sectorizarlo puede ser una buena idea.
Otra buena idea es la de utilizar las planchas metálicas excedentes de la adaptación de los contenedores para hacer un porche, como demuestran estas fotos.
Compraremos las puertas y ventanas a medida para simplificar la obra, hacerlas nosotros mismos puede ser una aventura.
No es necesario aislar el exterior, pero el interior si que es importante si vivimos en un clima extremo. Tan solo deberemos crear un trasdosado en las paredes, podemos utilizar listones de madera para ello y después recubrirlos con planchas de cartón-yeso, no olvidéis aplicar en su interior una capa aislante adecuada a vuestro clima.
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