Otra buena opción para realizar con los contenedores marinos son las piscinas de recreo. Gracias a que los contenedores se usan esencialmente para transportar mercaderías en barcos, estos son completamente estancos, es más, algunas veces se caen al mar desde estos barcos de transporte y se mantienen a flote, debido a su estanqueidad, lo que los hace muy peligrosos para aquellas personas que navegan en embarcaciones pequeñas, más de un marinero de costa ha impactado con algún contenedor y ha perdido su barco en el fondo del mar...
En cualquier caso siempre podemos sacar provecho de esta característica tan curiosa que tienen los contenedores, y es que es muy fácil crear una piscina con ellos ya que no poseen fugas de agua. Por si fuera poco además los materiales de los que están construidos los hacen especialmente resistentes al medio marino, y por lo tanto al agua de las piscinas (oxidaciones y corrosiones).
Así pues si deseáis crear vuestra piscina una buena manera es utilizando un contenedor de envío, esta tendrá un buen largo y ancho suficiente para poder nadar con comodidad, y su profundidad también es considerable como para poderse tirar de cabeza (unos 2m, 6 pies). Es recomendable que pintéis de nuevo el contenedor con varia capas de pintura impermeabilizadora y protectora, toda precaución es poca; y que también lo equipéis con un equipo de limpieza de agua, qué podéis comprar en tiendas especializadas. La fuerte estructura del contenedor resistirá sin problemas la presión del agua así que tan solo necesitaréis buscar un buen hueco donde instalarla.